Ana Pace
Esta semana, durante el Design Language en la Civica Altiero Spinelli, asistí a dos conferencias, ambas muy interesantes.
La primera de Jacob de Baan, diseñador alemán que me dejó con esta frase:
“No existe una teoría previa a la obra de arte, al diseño; el artista crea algo y solo después alguien elabora la teoría que explica la creación”
La segunda de Alvaro Catalán de Ocon, joven diseñador español que con su proyecto PET Lamp nos presenta “El diseño como viaje”, un viaje en el que descubre nuevas culturas, nuevas gentes, nuevas formas de relacionarse, nuevas estéticas que a través de la cestería artesanal darán otra vida a la botella de plástico, creando múltiples unidades, diferentes y únicas, de un solo objeto, la PET Lamp, un proyecto de ecodiseño que es un proyecto social que es un proyecto antropológico.

Credits: http://catalandeocon.com/product/pet-lamp/
PET LAMP inicia en el 2012 en Colombia, más tarde se replica en otros países involucrando a comunidades de artesanos en Chile, Etiopía, Japón y recientemente Australia. Tiene una motivación ecológica, surge como respuesta al problema de los desechos plásticos en el Amazonas.
“Se me ocurrió realizar una lámpara entretejiendo el plástico de la botella, que se corta en tiras, con fibras vegetales autóctonas. Trabajamos con artesanos indígenas colombianos desplazados por la guerrilla en Bogotá.”
“Los productos comercializados en botellas de plástico representan una paradoja: se consumen rápidamente pero su envase está destinado a durar cientos de años. Con las Pet Lamps le damos una segunda vida a esas botellas a través de la cestería. Sabemos que no resolvemos el problema del plástico en el mundo, son solo unas pocas botellas frente a los miles de millones que se desechan cada año. Pero nuestra función es la de crear conciencia, hacer que las personas vean el problema.”
Las PET Lamps son el resultado de la unión entre diseño, innovador por naturaleza, y artesanía, expresión artística basada en las tradiciones de una comunidad. Según Catalán de Ocon el encuentro entre innovación y tradición se da raramente en el objeto de diseño.
“Esta es una unión muy difícil, en el caso de las PET Lamps el diseñador trae la idea, el concepto, piensa en la forma en que se resuelve técnicamente el producto, y el artesano pone su saber, su calidad, la tradición, su cultura. La pieza final no le pertenece al diseñador, es el resultado de esa colaboración entre artesanía y diseño. Cada lámpara es expresión de la identidad y del simbolismo del artesano que la realizó, encierra su cosmogonía.”
Y él lo sabe muy bien, porque ha convivido con cada una de esas comunidades de artesanos desparramadas en rincones alejados del mundo, los llama por su nombre y conoce su historia, ha aprendido el modo en el que tiñen la fibra y los gestos ancestrales del artista mientras teje, ha visto en la trama de los aborígenes australianos el reflejo de esa compleja red de relaciones y conexiones que se establecen entre los miembros de la comunidad.
Le pregunto cuáles son los beneficios reales, tanto materiales como sociales, para los artesanos que participan en el proyecto.
“En primer lugar trabajan en lo que saben hacer muy bien, el principal beneficio es que se garantiza continuidad a la actividad, nos aseguramos de que las lámparas sigan siendo producidas por esos artesanos a lo largo del tiempo y esto mejora la vida de las personas, se transforman en pequeños empresarios, al facturar su trabajo, ganan seguridad económica, estabilidad. Además, para poder responder a la demanda de producción, contratan a otros artesanos generando ellos mismos trabajo dentro de su comunidad.”
Y el contexto de esta charla, el Design Language — una muestra de diseño que durante una semana habita los espacios y las personas de la Civica Altiero Spinelli, universidad que forma mediadores lingüísticos y culturales, comunicadores — impone una pregunta: ¿Qué comunica el objeto de diseño, qué mensajes trasmiten los objetos diseñados por Alvaro Catalán de Ocon?
“Lo que a mí me mueve es una idea, tener una idea y sentir la necesidad de desarrollarla, de esta manera los objetos que diseño representan momentos de mi vida, experiencias, lugares que he visitado. Mis proyectos son muy diferentes el uno del otro, hasta se podría decir que no son creación la misma persona, cada uno cuenta, narra un momento diferente de mi vida.”
Le pregunto si cree que en alguna medida el diseñador es también un educador, portador de valores.
“Sí, el diseñador es sin dudas portador de valores porque está profundamente conectado con la época que le toca vivir y con los problemas de su tiempo: los desechos, el ambiente, la sostenibilidad, la comunidad global. El objeto diseñado tiene que satisfacer muchos requisitos. El diseñador tiene que ser coherente, a mí me gusta el diseño honesto, con el material, con el proceso, con la idea. Tenemos la obligación de generar un producto responsable, realizado con materiales respetuosos del medio ambiente, que provenga de un proceso limpio y en el que el trabajo sea ecuamente remunerado”.
¿Es esta una de las razones por las que eliges la autoproducción?
“Bueno la autoproducción por un lado te da más libertad para hacer lo que quieras, por otro te limita en cuanto a recursos, en ese sentido la industria representa una ventaja. Pero la autoproducción te permite tener el control sobre toda la cadena productiva desde la elección de los materiales, también te permite ver quién hace cada parte y cómo la realiza.”
¿Proyectos para el futuro?
“Estoy experimentando un nuevo material, que mezcla cristal y cemento, y que utilizaré para la creación de diferentes objetos, tendrá muchos usos.”
Quiero saber cómo ve Milán, estudió aquí un año, en el IED, en 1999, y desde entonces vuelve todos los años a presentar su trabajo en el Salone del Móbile.
“Milán ha cambiado muchísimo, para bien, antes era una ciudad muy gris, apagada, ahora la veo con mucho más color, mucho más viva”.
Le agradezco por su tiempo, su disponibilidad y gentileza, me despido. Y mientras manejo volviendo a casa, esa frase de Baan cobra sentido y elaboro mi teoría sobre la obra de Alvaro Catalán de Ocon y veo la coherencia, una coherencia que plasma en su trabajo, en su rol de comunicador, de portador de valores profundamente comprometido con los problemas de nuestra época, con los desafíos que esta nos impone: la sostenibilidad, el reciclaje, la ayuda social, la inclusión, el respeto, el respeto del otro, el respeto de la diversidad en todas sus magníficas múltiples formas.
Y pienso que lo bello no es bello si no es coherente.
Alvaro Catalán de Ocon, un diseñador coherente en una época en la que la coherencia escasea.

Alvaro Catalán de Ocon (foto de Ana Pace durante el Design Language en la Civica Scuola Interpreti e Traduttori Altiero Spinelli)
El trabajo de ACdO se expone durante la Milano Design Week en el SaloneSatellite, Fiera Rho, Cargo 4 y en el Spazio Rossana Orlandi, Via Matteo Bandello, 14/16.
Página web del diseñador: http://catalandeocon.com